La Turba Turca

Para estos que han fusilado sobre un montón de arena ,con el fin de que no reboten las balas, a un palestino que no salió en los diarios progres, eran los barcos, cuyo material ya no interesa a Hamas, ahora no permite su entrada en Gaza.

En diversas ocasiones he traído escritos del mismo autor, me parecen de una lucidez impropia y de un nivel de literato. Es un blog personal y no son tantas como uno quisiera las veces que nos permite disfrutar de sus editoriales, hoy es una de esas que comparto desde la primera L hasta la M final, en otro momento volveré a traer algo más porque merece ser bebido. Eso mismo que él escribe lo hubiera deseado escribir yo, me conformo con traerlo.

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La turba turca

Yo también hubiera disparado
De ver a una turba linchando con barras de hierro y otros instrumentos a un compañero, como neonazis o gentuza de igual calaña, hubiera disparado de llevar un arma. La turba turca estaba apostada desafiante y previsora en las cubiertas del barco turco, de una de las cuales arrojaban a un soldado judío a la cubierta de abajo. Porque se interponía entre la de arriba y el mar, sino hubiera caído al mar, semilinchado. Todo ello mucho antes de que sonara el primer disparo.
Si esa escena se llevase al cine dentro de unos años, serían mayoría los que se identificasen con los compañeros, que por cualquier medio, en las secuencias concretas de desarrollo de los hechos, no en las cancillerías ruidosas de teléfonos, evitaron a tiros la barbarie de los turcos amigos de Hamas. Pero está por medio Israel, el Mal cierto, incondicional, histórico, el alivio psíquico, la concreción de lo aborrecible. Israel no sabe la satisfacción psíquica que dispensa a la humanidad europea y al islamismo, les da certidumbres, objetos a sus impulsos inconscientes, representación a sus miedos y fobias… sobre el lecho de un inconsciente colectivo muy cultivado.
Cuando el mundo se estimuló porque los judíos habían vuelto a encarnar el Mal y la muerte y se lanzaba a las calles, hubo de pasar un tiempo hasta que viéramos a la turbamulta turca actuar. Fue cuando la ONU se refrenó y el mundo se sosegó apenas.
Médicos del mundo, Médicos sin fronteras no hubieran intentado linchar, es decir asesinar a los soldados a los que desafían y provocan hasta la inmolación, matando.
Primero sobrevienen los intentos de asesinato frustrados, luego los que en legítima defensa o no realiza un ejército en guerra, en zona de guerra, manteniendo un bloqueo naval y tras avisar a los heroicos desafiantes que no provocaran más, que no les condujesen con tanta intencionalidad a un callejón sin salida.
Corea del norte hace poco más de un mes, sin previo aviso hundió una fragata de Corea del Sur: 35 muertos, de un torpedo certero.
Cisjordania, allí viven más de 2,5 millones de palestinos y allí radica la Autoridad Palestina, con todos los controles y el muro parece despertar económicamente. No interesa a los expedicionarios dispuestos a destituir a la ONU, a las negociaciones de paz, a la diplomacia de su inoperancia. Ellos y su arrojo, que tampoco es el de ellos –hasta donde se sabe los muertos los han puestos los amigos turcos de Hamas- urden una gran jugada política.
Conocí a gente de Al Fatah durante el franquismo. Nos entendíamos. Me acordé de ellos hace dos o tres años cuando Hamas los arrojaba al vacío desde las azoteas de Gaza. Prefiero las barras de hierro y un golpe rápido y certero. O el disparo de un amigo.

Un recuerdo: a comienzos o mediados de los años 70, creo que en Ankara unos izquierdistas que habían secuestrado a alguien -sigo recordando- se entregaron a la policía turca, y ésta los ofrendó a la turbamulta. La televisión franquista emitió el despedazamiento de los izquerdistas a manos de la horda. Quizá alguno recuerde más de aquel hecho televisado. Jose María Lizundia lizundiablog.blogspot.