06 marzo, 2009

Vuelve el hambre a España

En un año serán cinco millones .


Están volviendo los comedores sociales, es decir, y para que se me entienda, está volviendo el hambre.

La sociedad española que hacía tantos decenios que había olvidado este remedio se da cuenta por sí misma que la vida es un péndulo, por mucho que se supiera, por mucho que se anunciase, nadie, nadie quiere dejar de vivir su sueño, a todos nos cuesta despertarnos.

Los que tengan años y ganas recordarán que hubo comedores sociales de forma generalizada aún en épocas democráticas, pero hay que decir que eran rememorando al infame franquismo por lo que ese hecho se limitó a que lo resolviese la iglesia española, en la mayoría de los casos Caritas , y el estado y las circunstancias hicieron el resto, unos desentenderse y las otras ser favorables.

Ahora ya no es sólo Caritas quien se dedica y de forma más que plausible a estos menesteres, también vuelven los ayuntamientos con comedores sociales algo que , como digo estaba fuera de nuestra visión desde hace decenios, por mucho que nunca desapareció.

Hoy son las televisiones las que nos los presentan, en esas imágenes y en conversaciones con responsables de Caritas ( y otros, que los hay ) se sabe que la sociología del interesado es muy distinta de la histórica, es una familia estructurada, con un nivel de bienenestar más o menos modesto, hasta ahora, que, de pronto, por su mala gestión o por la de otros está camino a la indigencia.

Mientras la iglesia resuelve problemas al estado, este estado estado llamado España decide que hay que financiar a organizaciones culturales tipo Federación de Mujeres Progresistas, Federación de Organizaciones feministas del Estado Español ( poner directamente España, les escuece ), Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres y la muy famosa y nombrada Coordinadora Española para el Lobby Europeo de Mujeres, y prima hermana de la anterior.

A esto se dedican estos enfermos que tenemos de gobernantes, dejan caer en la miseria a un millón de familias que ya no tienen ningún sustento estatal y se dedican a regalar dinero a sus cobayas que agradecidas jamás pondrán en duda el liderazgo de los que se dicen progresistas y otros los creen.

Patético, pero serán los vientos de estas tempestades los que arrastren a estos infames que nos gobiernan y que llevan desbocada a esta nación al deliro de una hecatombre de la que está por ver el resultado. Seguid, seguid votándolos