El engaño Zapatero

Zapatero no existe, es un engaño, como el programa de televisión que nos hicieron creer que se emitía en directo y que en realidad no se hizo, todo es producto de nuestra imaginación, como la crisis, como la recesión, como el desbarajuste presupuestario, como la debacle del empleo, nada es así.

Las causas de este desaguisado que no existe vienen de USA, los trabajadores en paro, que serán cinco millones un año y algo más, son gente ociosa, pero no parada por causa mayor, la crisis es algo éticamente imposible de demostrar si se niega constantemente, es un estado de ánimo y es antipatriota tener la moral por los suelos, de aquí a los gulaj queda ya menos tiempo, pero serán socialistas, sin duda. Gulaj imaginarios, por descontado, como la existencia del poeta Rodríguez, de la musa Sonsoles y de la vice presidenta experta en pases de modelos de cartón piedra.

Los intervinientes en ese programa inexistente sólo eran sombras entre la niebla, no se escucharon las voces de fondo, todo sonaba armoniosamente, una mentira bien montada es una obra de arte: son unos verdaderos artistas.

Sólo eran reales ( con perdón ) los focos, el traje del presentador marioneta, las carcajadas en of y la sonrisa no se si vertical o etrusca del insigne mentiroso Rodriguez. Bueno,y su abuelo el socialista, el otro, el franquista hay que taparlo para que no huela, que las mentiras no matan las pestilencias.

No hubo debate, no hubo respuestas, no hubo programa, no hubo vergüenza, pero esto es algo que ya sabíamos.

Zapatero no existe porque no existe la verdad en su lenguaje, la negación como sistema de vida es lo que le hace seguir vivo; todos locos menos yo. Todos equivocados menos mi Gobierno y yo, bueno, mi gobierno puede equivocarse, pero yo... nunca.

Soy la perfección , es decir, la inexistencia.