15 mayo, 2009

Este es el verdadero estado de la nación, idiotas


No, no hay que irse muy lejos para comprender qué significa España para muchos centenares de miles, tal vez millones, de Españoles que no quieren serlo, pero disfrutan lo mejor de la ciudadanía abominando de sus deberes.

El insulto que nos hicieron a los que consideramos ese himno como la simbología de lo propio, sin ir más allá, como ellos hacen exactamente igual con sus banderas o símbolos, pero claro, lo nuestro es despreciable y lo suyo admirable, fue insultante porque es el insulto lo que pretendían, sabedores, tontos no son, que al igual que para ellos un himno es más que música.

No, no soy de los que irían a una guerra civil en caso de una ruptura formal de España, de facto ya está hecha, por lo menos en la forma que hemos entendido durante centurias, ni soy de los que se lacerarían ante la emancipación de cualquier territorio ibérico. El que decida irse, la puerta está abierta por mí, pero que no me insulten por querer a mi patria, a mi nación, y mi nación no es sólo mi tierra nativa, mi pueblo, que sí considero el más hermoso, el más pobre también, pero único e insustituible. Mi nación es además las tierras que he pisado de niño, los campos que he visitado en trenes, andando o en vehículo y los he considerado como propios porque sus gentes y yo hemos compartido ese sol, conversaciones y criterios, hablo de las tierras ibéricas, naturalmente.

Ahora que los portugueses en las últimas estadísticas están más cerca que nunca del concepto España, algo que jamás les atrajo, vienen estos zarandajos a insultarnos con sus catetadas de nuevos ricos, porque sin dinero la cosa es distinta, pero ahora que sus economías están saneadas, salvemos la situación actual, dicen que donde dije digo...

Lo que me ofende no es solo la pitada y el insulto pretendidamente hiriente, es la diferencia entre los suyo y lo de los demás: su nacionalismo es bondadoso y perseguido, el nuestro lacerante e invasor.

Que no, que no es eso, que el nacionalismo es otra cosa, es pensar que sólo lo de uno es bello, que no hay otro rincón que se aproxime a esa belleza, que esa belleza es sagrada, como si la belleza que hay en todas partes no fuese universal. Yo reconozco mi tierra como hermosa y pobre, sin embargo a mi me emociona, pero ese concepto de propiedad no implica que reconozca que hay lugares mucho más bellos, más hermosos y hasta emocionantes, aunque no huelan igual que la mía. La diferencia es saber que lo nuestro no es una isla perdida, que siendo sublime hay otras muchas opciones a esta creencia.

Llevado a sus últimas consecuencias el nacionalismo crea entes propios; mi ciudad no quiere pertenecer a esta región, mi barrio, en su derecho emancipador, no quiere pertenecer a esta ciudad porque sus habitantes pueden ser de otro origen; dentro de ese barrio habrá habitantes que compartan el criterio de la región y decidan, también acogiéndose a su derecho, emanciparse a su vez de aquellos, y así hasta llegar a la propia casa, las propias habitaciones, las propias camas... una locura.

Cuando quieran que se vayan, que indemnicen al estado español, a la nación española, y que huyan, pero que no nos insulten si no quieren ser ofendidos a su vez, porque no es lo mismo correr que huir y el que lacera, podría ser lacerado. ¿O yo no tengo exactamente los mismos derechos de los idiotas?

Las ofensas que nos infirieron fueron meditadas y por lo tanto doblemente ofensivas. No, es un suceso accidental, es que el concepto de España está roto y eso me parece bien, siempre y cuando se decida entre todos porque no estoy dispuesto a que decidan ellos por sí cuándo y cómo decidan irse de una casa común, además de una compensación económica deben hacérmelo saber con tiempo, pero de manera formal, no con insultos que recojo como Job, pacientemente.

En el próximo evento en Barcelona se juntarán los andaluces, extremeños, murcianos, etc, e insultarán a todo catalán que se precie con ofensas a sus simbolismos. ¿Es ese el camino que queremos? me parece equivocado, pero que no me insulten, que empiecen respetando porque todos no somos como el santo Job.

12 comentarios:

Atila el Huno dijo...

Sí, Iojanan, es indignante para todos los que, por encima de diferencias ideológicas, nos sentimos españoles. Creo, amigo, que vamos necesitando un referéndum para permitir la expulsión de todos aquellos que no quieran formar parte del Estado español, y mira, yo ni les pediría indemnización, los mandaría directamente a la mierda.
Hace tiempo que practico la compra selectiva en la tienda, y ahora voy a profundizar en esa técnica.

Que ninguna ofensa quede sin respuesta. Toquémosle la pela a esos mierdas.

Saludos airados!

Iojanan dijo...

Así es Atila, aunque bien mirado por un lado me apetece que tomen rumbo pero por otro el pensar que esas sociedades se han enriquecido con mano de obra barata del resto de España y han sido ayudadas de forma constante por los gobiernos desde la dictadura de Primo de Rivera hasta esta democracia de chichinabo en detrimento de otras regiones me enaltece. En una guerra venida del exteror, como me han comentado, bien que la sangre del resto de españoles les vendría muy bien, pues que se apliquen el cuento, que la vida son vaivenes y donde hoy son vientos, mañana pueden ser tempestades. Saludos para el Gran Luchador

José Antonio dijo...

Entre pitos y flautas, se me ha ocurrido pensar lo siguiente:

Yo lo que pienso es que lo mejor que podemos hacer ahora ir a votar con entusiasmo a nuestros líderes en las muy necesarias e importantísimas elecciones europeas porque, además de verse confortados por su díficil y mal pagada labor, siempre tan llena de sacrificios, sólo ellos sabrán solucionar nuestros problemas, generados sin lugar a dudas por nuestra temible ignorancia.

Ah, si les hubieramos escuchado y hecho caso mucho antes".

Ya con la cabeza más despejado no he dejado de sorprenderme con la cantidad de artículos que sobre el tema práctican decididamente el ejercicio del cilicio.

Y pensar que hasta hace casi nada no dudabamos en sacar pecho y exportar nuestro modelo por el mundo, llamando aguafiestas y cenizos a los que hablaban de balcanización y demás (algunos de los cuales cuando estaban en el poder, o deseaban llegar a él, no parecían tan preclaros).

Recomiendo a Raul del Pozo, tan ZPtista hace tiempo, por su Good bye España, y su preciosa conclusión: "Esto está a punto de irse a tomar por saco", o el buen artículo de Arcadi Espada Estado Estadio y alguno más en ABC.

Me tomaré la libertad de publicar el de Cesar Alondo de los Ríos, porque me parece el más certero

Atila el Huno dijo...

Iojanan, estoy tan mosqueao que he estado a punto de escribir una entrada. Menos mal que me he quedao a medias!!. No obstante te la regalo, ahí la tienes, por si sirve de algo.

"La Guerra es una cosa fea pero no la más fea de todas. La deteriorada y degradada concepción moral y el sentimiento patriótico que sostiene que nada justifica una guerra, es peor.
La persona que no tiene nada por lo que esté dispuesta a luchar, nada que sea más importante que su seguridad personal, es una criatura miserable y no tiene ninguna posibilidad de ser o mantenerse Libre, salvo por los esfuerzos de Hombres mejores que él."
John Stuart Mill

Y ha llegado la hora de tener una de esas. Conocemos al enemigo, esos putos fascistas nacionalistas catalanes y vascos. Sí, esos miserables, que desde hace años se ríen de todos nosotros en nuestra cara, escupen en el suelo que pisamos y denigran nuestra Historia mancillando la memoria de nuestros antepasados.

Merecen una respuesta, necesitamos darles una lección.

Nuestra complacencia alimenta su desprecio. Nuestra inacción les hace fuertes. Nuestro silencio es la bilis que nos escupen a la cara un día tras otro.

Que nuestra complacencia se torne en Rebelión, que nuestra inacción derive en Huracán, que del silencio resurja nuestra Voz Airada.

ANA dijo...

Hola Atila:
Conmovedora cita que ha sido un placer leer. Yo me considero una pacifista racional, no elijo la guerra pero creo que hay valores por los que es inevitable luchar y por los cuales morir si ella se nos impone. Como bien lo dijiste, por los valores que heredamos de los que nos precedieron y por los que dejaron su vida, por nosotros y por los que vendrán, a quienes también queremos dejarles esa herencia.
Cuando se nos presenta la batalla hay que hacerle frente de todas las formas posibles evitando la desgracia de la guerra, que es enorme, pero que es utilizada siempre por los brutos. Entonces creo que la razón siempre debe estar respaldada por la fuerza como poder disuasorio. Empuñar un arma es inevitable cuando la razón no ha sido suficiente, pero todos sabemos que este mundo está lleno de locos.
No puedo referirme a la situación de España que desconozco, pero recuerdo los versos de Machado:
Españolito que naces
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Y espero que eso jamás vuelva a ocurrir allí.
Un afectuoso abrazo.

Atila el Huno dijo...

Hola Ana!!

El poeta, de seguir por este mundo, se vería obligado a actualizar sus versos...y añadir una de las 17 Españas...jeje.
En el caso actual no me refería a una guerra....tipo...Atila, sino a una reacción político-económica de los españoles contra la agresión nacionalista, por ejemplo, sacar el dinero de los bancos y cajas de esos perros, dejar de acudir a los hipermercados y grandes superficies de esos parásitos, no comprar productos fabricados en esas "naciones", etc etc. En el terreno político...sacar del parlamento a esas sanguijuelas, derogar sus privilegios forales o estatutarios, recuperar competencias transferidas, revirtiendo éstas al Estado central, y más. Y hacer todo esto a mala leche, sin condiciones, con toda la intolerancia posible.

Un abrazo digital!

ANA dijo...

Hola Atila :)
Estoy contenta por haberte escrito -¡me había asustado!- y me encanta que me aclararas porque no te había entendido. Comparto tu posición completamente, aun sin conocer la situación política que ustedes tienen, ahora la estoy entendiendo un poco más, me la estás haciendo conocer con esta respuesta. No debí esperar otra solución al problema que el me estás dando, no podía ser otra cosa viniendo de vos. Y también estoy de acuerdo en que uno debe ser duro en las respuestas porque la tibieza se toma como debilidad, así son los brutos (egoístas que ignoran el alcance de sus acciones y no prevén la reacción), no entienden más que las posiciones de fuerza que no dejan lugar a dudas. Otro muy fuerte :)

Iojanan dijo...

Gran Atila, te encuentro vehemente y entregado, me gusta cuando reflejas tu ímpetu y tu fulgor. Pero en este tema dar un paso atrás es perder terreno, y como bien dice Ana, se analiza como debilidad. Que cada cual se embelese con lo suyo, pero que no me insulten para destacar lo que ellos consideran especial, tan especial como yo considero lko mío, pero sin ofenderlos, claro, esta es la diferencia que tampoco estoy dispuesto a tolerar. Saludos a ambos

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Buenas tardes, Iojanan, amigos.

Escribía hace unos días, en otro blog amigo, que a mi entender es inadmisible que la deriva totalitaria de una casta política nos esté poniendo en jaque (me refiero a la nación española) desde hace más de veinte años. Y esta casta política engloba toda la casta: la nacionalista periférica y la autodenominada constitucionalista.

Decía hace muchos años Vidal Quadras que "el nacionalismo es un sistema de ideas política intelectualmente inferior". ¿Por qué? Porque apela a los sentimientos más elementales del los individuos. No a su libertad individual (o el deseo de preservarla y de potenciarla) sino a la autodefensa frente a lo nuevo, lo diferente. (Desde luego, incluyo tamnbién al nacionalismo español, bajo este paraguas).

Por lo demás, tu entrada (magistral, desde luego) refleja bien a las claras que el sentimientos de pertenecia a una comunidad cultural, a un territorio, "a una nación" exige el respeto incluso de aquellos que no tengan el apego hacia este territorio que se conoce (de momento) como España. Y aquellos que insultan los símbolos que nos unen a todos lo españoles, desgraciadamente, saben muy bien lo que hacen.

Un abrazo.

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Por cierto, se me olvidaba agradecerle a ATILA la excepcional cita que nos ha regalado.

Muchas gracias.

Iojanan dijo...

Así es Rogelio, creo que como bien comentas merecemos el respeto de los que son nacionalistas acusçandonos a nosotros de eso mismo, todos llevan el paso cambiado menos mi hijo, como el padre habalándole al militar. Aquí todos los nacionalismos tienen razón menos el nacionalismo español.Pero ese concepto erróneo habrá que aclararlo por el bien de la comunidad, que somos todos, no unos victimas y otros verdugos, ese juego es falaz y también sabemos jugar nosotros.

Atila el Huno dijo...

Nada!, encantao de que la cita haya sido del agrado del personal D. Rogelio!...ya sólo queda que seamos capaces de ponernos mano a la obra y darles en los hocicos a esos nacionalistas. aunque también puede ser que el Sr. Mill tuviese un concepto demasiado elevado de lo que es un ciudadano y nosotros no estemos a la altura de esas espectativas.

Saludos!