Guerra sucia
Estamos hartos todos los que seguimos con cierta habitualidad las noticias del llamado Medio Oriente, que se publican en España y por ende en Europa, a ver representados a los israelíes como un ejército sin escrúpulos, deseoso de venganza, que se ceba en los niños, mujeres y ancianos palestinos y árabes en general cuando la realidad es diametralmente opuesta, es decir, no puede estar más lejos de los 180 º que está ahora mismo. Los palestinos, con su variedad de grupos de asesinos bandoleros, transforman esa realidad en la milagrosa situación contraria, ellos que se amparan en la mentira constante, ofensiva por pertinaz y falaz, en la difamación canallesca y el engaño más puro, son los que aplican la Guerra Sucia; no les importa que sean sus hijos, ¡ sus hijos...! los que se utilicen como cebos, como carnaza defensiva, sabiendo que el ejército israelí no disparará sobre gente inocente de forma premeditada, sabiendo que enfrente tienen a un estado de derecho que castiga a los infractores de las leyes, se amparan en la decencia de unos para dinamitarla desde dentro, como están aplicando en Europa desde hace algunos años, se aprovechan de la debilidad de nuestra sociedad para reventarla e implantar el fascismo que aplican en su vida diaria con el beneplácito de las izquierdas apátridas y sarnosas, esos palestinos venden la sangre de sus hijos por la conquista de un poder que hará más millonarios a unos pocos sátrapas pero que hundirá en la miseria a los demás, la mayoría iletrados.
Hemos visto como son capaces de las tropelías más infames, cómo bajan hasta el infierno y procuran con sus perfidias dañar de la forma más soez, esto es, matando a jóvenes estudiantes , aunque para ello tengan que reventarse de forma que ni su propio dios verá con ojos inocentes. Matan a unos cuantos niños, jóvenes que empiezan su vida, para congraciarse con ese mismo dios que jamás verá ese crimen abyecto con ojos sino con lágrimas. Y luego, después de esa matanza horrible venden en ese occidente, hastiado ya de riqueza y en búsqueda de nuevos rumbos, la tranquilidad de conciencia que no consiguen en su vida diaria,este occidente prefiere creer la mentira bien contada porque aparenta venir del más débil, sin valorar si esa mentira se sostiene, es injuriosa o sencillamente infumable. Estas muertes de niños, jóvenes que tienen a padres, hermanos, amigos, que reían justo antes de encontrar esa muerte traidora, esos jóvenes piden justicia, piden que Europa, España no siga el sendero de la tranquilidad de conciencia y abone más millones en ayudas, que sólo irán a los bolsillos de miserables o serán transformadas en balas o bombas para reventar a más suicidas cuyas familias quedan amparadas por la manta de ese dinero con el que han comprado las vidas de esos mismos suicidas. Qué vileza.
Esto es Guerra Sucia y es algo a lo que hay que encontrarle solución, hay que pasar a todos por el mismo rasero, no se pueden aplicar las leyes morales para unos y obviarlas para los asesinos.
Es insoportable que las izquierdas europeas y en concreto las españolas se asocien y además acaloren a estos asesinos misérrimos, tanto como los que los amparan, es doloroso ver como estos partidos, que hubo un tiempo que luchaban por una quimera, más o menos utópica, pero en los que la ética tenía una predominancia, se abandonan a la mentira sólo porque la están contando bien y porque sus conciencias así estarán tranquilas, sin importarles la verdad, los hechos ciertos.
La mentira es un arma de lucha, un arma falaz, pero muy potente, mucho; será preciso hacerse planteamientos sobre esa situación y preguntarse si llegar hasta ese punto de bajeza es rentable o éticamente aplicable compartiendo la máxima de, o todos a las buenas, o todos a las malas, pero no las medias tintas; no podemos permitir que estos pordioseros miserables, además, sigan escupiendo en nuestras caras.
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5 comentarios:
Israel juega esta guerra con las manos atadas. Forma parte de Occidente y tiene una moral que le impide hacer ciertas cosas: he leído que ante los avisos de las autoridades israelíes para que la población abandonara un área de Gaza que iba a ser bombardeada, su aviación detectó la presencia de niños en los tejados, a modo de escudos humanos: así los palestinos evitan el ataque o consiguen las víctimas propicias para la televisión. Siempre ganan.
Hola Iojanan: Todas las muertes duelen, pero cuando son jóvenes la pena tarda mucho más en desvanecerse. No obstante, y cuesta creerlo... pienso que ambos pueblos en guerra están preparados para este sufrimiento, uno atacando demencialmente y el otro defendiéndose de la forma más racional posible. Pero ¿qué nos pasa a los que sólo somos espectadores de esta tragedia que parece no tendrá fin? Intentamos comprender y no encontramos las respuestas que necesitamos para aceptar una realidad que ya no es resorte de los involucrados directamente, sino de todas las naciones del mundo, que tienen los organismos adecuados para poder detener esta carnicería. Uno de ellos está todavía decidiendo si debe emitir una resolución condenando este atentado, sus miembros no se ponen de acuerdo sobre si, al mismo tiempo, debe considerar en el mismo plano a los niños que han perecido durante los ataques a la franja de Gaza. La diferencia es que Israel protege a su gente y, en cambio, el Hamás de Gaza acosa a Israel con sus misiles sin importarle cuántos civiles, niños entre ellos, serán víctimas no deseadas de las represalias israelíes que ellos provocan. Pero aún, la canciller Livni informó a los embajadores destacados en Israel que la Fuerza Aérea israelí debía detener sus operativos contraterroristas porque el Hamás ubicaba a niños en las terrazas de los edificios desde donde habían disparado contra las poblaciones israelíes. Son astutos, han declarado que si bien el Hamás se ha atribuido el atentado "no es el Hamás de Gaza". No dejan de sorprendernos sus tácticas... Mientras se los siga ayudando y no se señale claramente al promotor de estos enfrentamientos ¿qué esperanza se puede tener de que la agresión cese? ¿Es que los organismos donde todos los estados están representados, sean o no democráticos, no conocen la definición de la palabras: terrorismo y "casus belli"? ¿Y tampoco pueden definir lo que el país agredido hace para controlarse y no emplear toda la fuerza que tiene para combatir a una banda que se ha apoderado del destino de los civiles de ambos bandos y que se llama RESPONSABILIDAD? No es tan difícil evaluar el accionar de uno y otro, lo difícil es ser ecuánime y comprometerse con el más débil que, paradójicamente, no es el que puede militarmente derrotar al agresor, pero que queda desarmado cuando no puede emplear esa fuerza contra un enemigo que se escuda en quienes más debería proteger, sus niños, el futuro de cualquier nación que aspire a tenerlo.
Pero entonces estimados Persio y Ana, qué debe hacer Israel ante esa táctica infame del Hamás que se sabe que conduce a un callejón sin salida..? No se puede dejar la iniciativa perpetua a esos miserables que no valoran la vida de sus hijos, cuanto menos la de sus enemigos, entre los que estamos nosotros mismos, no lo olvidemos. ¿ Esperar el próximo ataque con cohetes que será mañana después del de hoy y luego contar los heridos o muertos..? Creo que la diplomacia israelí debe de poner toda, repito, toda la carne en el asador y valerse de sus contactos y amistades para presionar a la prensa de occidente de la misma forma que los asesinos terroristas lo hacen mediante los suyos para prevalecer sus criterios a los de la razón, que son los israelíes, por mucho que aduzcan inferioridad militar y eso conmueva a los países occidentales de forma totalmente cínica y malévola porque saben que los que mienten son los mismos de siempre sólo que evitan tener complicaciones procurando no ofenderlos y presionando a una democracia real, como es la de Israel, país admirable de gentes admirables
Totalmente de acuerdo con tu análisis, iojanan. Totalmente cierto que Israel, desgraciadamente, no puede actuar maniatado; y de eso se beneficia Hamás.
Pero, en éste mismo sentido, no os perdáis la entrada que ha publicado José Cohen en su blog. Nunca se dijo tanto con tan pocas palabras.
Gracias Schwan, aunque llevo unos días algo alejado de la lectura no dejaré de pasarme a ver tu sugerencia. Un saludo cordial
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