
La Guardia Civil es uno de los pocos justificantes que mantienen la unidad de España, esta España que la estamos queriendo rota o, como mínimo, fraccionada.
Han asesinado a dos muchachos de ese cuerpo, dos jóvenes mal pagados y mal mirados por el propio estado que mientras los exprime permite que haya funcionarios ociosos que van todos los días a su trabajo sin saber muy bien qué van a hacer y en qué van a consumir esas horas.
Todos conocemos casos de burócratas inservibles, yo puedo hablar de Andalucía, pero es extensible a todo el territorio nacional, en Educación, en Cultura, en los Ayuntamientos, en organismos ineficaces que sólo sirven para que los que pagamos nuestros impuestos estemos cada día más atosigados ante el tamaño de un estado funcionarial sin medida.
Pues bien, mientras eso sucede, la Guardia Civil percibe unos sueldos que son casi la mitad que otros cuerpos tienen en el mismo país que el suyo, patrullando con coches muchas veces particulares porque no tienen para combustible, haciendo jornadas interminables que sólo pueden ocasionar que cuando son requeridos no estén descansados y por consiguiente en plenitud física.
Todo aquel que viaje por Andalucía y conozca Matalascañas, pero extensible a todo el territorio, podrá corroborar lo que hablo. Conozco a muchos Guardias y no es nada banal mi comentario, no hay derecho que mientras estas criaturas se parten el pecho y se juegan la vida en carreteras, montes, pueblos y costas, nuestro presidente pretenda llevarse en sus cercanas vaciones un séquito de más de 110 funcionarios de todo tipo, no es permisible por mucho que sea presidente de un estado que se desmorona a ojos vista. Mientras éste presidente tenga el concepto de que el estado y el régimen que ha creado son suyos no habrá solución.
Es vergonzoso que no haya inhibidores de frecuencias, que no tengan automóviles en perfecto estado, que los todo terreno esten en estado calamitoso los más mientras nuestros políticos están de vacaciones con sueldos ,exenciones, dietas y otros plus que hacen la comparación aún más denigrante.
Han asesinado a dos muchachos de la Guardia Civil un grupo de asesinos comunes, esos que nuestro estado ampara de forma mucho más abierta que lo haría con cualquiera de nosotros que tuviese el infortunio de ir a prisión, estos miserables están a todo confort mientras el resto de los presos sufre las estrecheces, las tensiones y la violencia que se vive dentro. Es tiempo que ahora, con el cuerpo aún caliente de estos jóvenes nuestro políticos rectifiquen y los canallas asesinos, los perros miserables se PUDRAN en nuestras cárceles, que pagamos con nuestros impuestos, sin revisión de condena para los que tengan las manos manchadas de sangre.
Sí, hay que legislar en caliente porque es cuando el dolor llega a lo más hondo, y no como todos los que se la cogen con papel de fumar, que nos quieren hacer ver que somos fascistas si actuamos de esa forma; los fascistas son ellos y los asesinos miserables que nos intimidan con pistolas cuando saben que nosotros no las empleamos y encima, debemos reirles las gracias.
Hoy es más fácil comprender que haya un país como Israel que lucha desesperadamente contra los viles asesinos de gentes inocentes, que este país como España lleva muchos años intentando poner remedio a sus desmanes y parte del mundo no lo entiende porque no quieren mirar. España e Israel están en la misma barca, luchan contra asesinos vulgares, comunes, que deberán pagar sus desmanes en la carcel hasta el fin de sus días.
La Guardia Civil es un cuerpo inigualable, por su composición, por su estructura, por sus bases, por su distribuición y por su efectividad y es hora de que socialmente se le reconozca su capacidad y se les retribuya de forma digna porque no es justo que además de regar las tierras de España de sangre, sean además, los menos valorados por nuestros políticos.