El Gobierno de los más Ineptos

Del blog de Jose María Lizundia lizundiablog.blogspot.com traigo esta entrada genial e impagable, llena de verdad y sarcasmo que resume de forma magistral el acto que resume a los trepas progresistas dentro del régimen socialista: la ineptitud.

El Gobierno de los más ineptos

A diferencia de los primeros, éstos tampoco vienen de las universidades americanas o de los organismos internacionales, como había sido el caso de los de Felipe.

Estos habían estado zanganeando por las Casas del Pueblo, por las juventudes vacías del partido, por las uniones locales, deseando que los demás hicieran carrera fuera del partido, sobre todo los más aptos y brillantes. Ellos habían ido a quedarse y por eso celebraban la salida de sus compañeros al mundo del mercado. Menos competencia. Pronto tendría la custodia de las Casas del Pueblo y sobre todo de sus teléfonos y listados de afiliados al corriente o no de las cuotas. Quién tenía el telefono en las lúgrubes Casas del Pueblo tenía a los candidatos, los quorum, la autoridad falsa de quién es indispensable para que el chiringuito estuviera abierto. Así conseguían meterse en todas las listas y camarillas, para secretario de juventudes, para suplente de concejal y luego concejal, más tarde para rellenar la plancha a senador. Eran el aparato y debían estar representados en las planchas del partido.

Los más burocráticos de sonrisa fija y más aún idiota, gracias a su cara de adolescente idealista en lucha interior contra la masturbación, y la familia conocida de la pequeña capital de provincia lograba que un viejo profesor en una universidad nueva y sin profesores le procurase una plaza menor para la que ni hacían falta oposiciones, doctorados o un mínimo trabajo de investigación. Los viejos resortes de los poderes locales de toda la vida se emsamblaban con los nuevos. Unos pocos meses, una falsa áura, rótulo impostado y a Madrid, a vivir del partido.

En las Casas del Pueblo se confeccionaban las listas de candidatos ¿cómo no iban a estar los que tenían las llaves y controlaban las reuniones y tenían el pin del partido puesto siempre en la solapa? Una vez en cualquier cargo, pronto llegaban a Madrid, gracias a las camarillas y una sucesión de colocaciones óptimas en las burocracias. Sus biografías son inmensas. Cuando terminaban la carrera ya eran el asesor del concejal o el asesor del consejero, si no éste.

Zangoloteando por el poder desde jóvenes, ausentes del mundo del trabajo y las experiencias de la ciudadanía de a pie, ociosos, ramplones, grisis, superfluos y habituados a dietas inportantes, tuvieron tiempo de sobra para intentar tomar el poder del partido. Ellos, los burócratas profesionales no podían fallar. Su inmesa inteligencia política, su capacidad superior les dio para elaborar un nombre, contribución mítica a la teoría y praxis política: NUEVA VIA.

Hasta el nombre dice mucho del talento que aglutinan, cómo serían las cartas de amor...

Luego el Adolescente confeccionaría una retahila de frases a cual más tonta.