Avanzar con las armas del miedo o la ignorancia
Estamos leyendo un día sí y otro también las noticias que se refieren a la instalación en España, es decir Al
Andalus, de grupos
yihadistas que pretenden poner de rodillas el estado español para, como último fin, instaurar un estado islámico, esto que parece ser un guión de una novela es una realidad palpable para quien quiera mirar. Las tácticas a emplear son todas. La izquierda les sirve de quinta columna, el grueso de musulmanes de escondite y nuestras leyes laxas de amparo. Las mezquitas que controla la policía son nada más que una parte de las cientos que escapan a ese control, en locales, pisos, negocios y otros lugares que les permiten el anonimato mientras hacen un trabajo callado y continuo, ellos no tienen prisa, más pronto que tarde las cosas les vendrán de cara,es decir, ya empiezan a
venirles de cara; el reclutamiento de adeptos es cada día más evidente, su adoctrinamiento hasta la deshumanización es una obra que se consigue a base de aislamiento, incultura o, cuando no es así, desarraigo. Hay mezquitas que son verdaderas Academias del Odio, como las denominó el
Sunday Times. Granada es cabecera de esa lucha contra occidente, contra los herejes de Al
Andalus . Idealizan de forma tergiversada la historia para hacernos creer que la coexistencia en España fue idílica cuando fue eso, coexistencia, no convivencia, y que la reconquista fue un acto de imperialismo y una guerra abierta e injusta contra una tierra que consideran suya. A ellos no les gusta mirar atrás, no quieren ver que antes de ellos habían otros, muchos cristianos, paganos y también judíos.
Hay grupos que fueron de la ultra izquierda y que luego se instalaron en un islamismo
andalusí, se llaman Liga Morisca, el salto es de vértigo, pero no son los únicos, también están Al
Morabitún, o Sociedad del Retorno del Islam a Al
Andalus, las cosas las tienen claras, y es conveniente que nosotros también. Sus fines son la aniquilación de la sociedad corrupta y hereje, no les valen ni cristianos, ni mucho menos judíos ni tan siquiera musulmanes moderados, que tienen que estar por algún lado, aunque su silencio ante tanta y tanta
vesania es sintomático, el miedo es libre. Consideran a Granada, Córdoba o
Sevilla piezas vitales en su desembarco, pero van a por España entera, tienen tiempo aunque no demasiada paciencia.
Aquel que quiera ampliar información, que lea al profesor Javier Jordán, de la Facultad de Ciencias Políticas de Granada, les aclarará dudas.
No es casualidad que se amparen en nuestras leyes,
Mohamed Hussein Fadllalah, líder espiritual del
Hezbolá libanés decía que la democracia europea representaba" la mejor oportunidad para la difusión del islam en Europa ", fue
Bin Laden quien dijo que " conquistaremos Europa con las barrigas de nuestras mujeres", nada es casual, en ello están.
No fue casualidad tampoco que detuvieran y condenaran al periodista, residente en Granada, pero sirio de origen
Taysir Alouni, un escándalo para muchos compañeros de la izquierda española y que todos podemos recordar como negaron, sin conocimiento ninguno, su vinculación con Al-
Qaeda cuando luego quedó demostrada y aún sigue encarcelado.Ellos, mientras, callan.
Es muy
difícil que este problema pueda tener solución sin la integración de los musulmanes en la sociedad, pero no lo desean en la mayoría de los casos porque se sienten amparados por estos desalmados que les hacen creer en su bondad cuando sólo pretenden su utilización para llegar al final de su camino que no es otro que la derrota de occidente. Aquí se está librando una guerra, pero hay quienes no quieren mirar y prefieren ver crecer la hierba, son nuestros políticos y la "
progresía".
19 de septiembre de 2002.
Jerusalem Post
Cómo empezó la guerra.
Una cronología de movimientos palestinos que llevaron a la irrupción de violencia hace dos años demuestra que fue planeada previamente y encendida con el tema de Jerusalén.
Unos días después del fracaso de la cumbre de Camp David de julio 2000, la revista mensual de la Autoridad Palestina, Al-Shuhada, ("Los Mártires"), publicó la siguiente carta el 25 de julio: "De la delegación de negociadores [en Camp David,] dirigida por el comandante y símbolo, Abu Ammar (Yasser Arafat) al bravo pueblo palestino, estén preparados. La Batalla por Jerusalén ha comenzado."
La carta apareció durante las secuelas de reportes que salían de Camp David sugiriendo que la cumbre había fracasado por la intransigencia de Arafat. Según las fuentes de la AP, la carta fue escrita por un consejero importante de Arafat y previamente aprobada por el jefe de la AP.
La carta fue publicada en una revista distribuida sólo entre personal de seguridad de la AP. No apareció en ninguno de los periódicos diarios publicados en Jerusalem o Ramallah. Por eso, el mensaje que Arafat le estaba enviando a sus hombres armados era claro: "Estén preparados para una confrontación abierta con Israel, porque me niego a aceptar los dictados israelíes y norteamericanos."
Un mes después - mucho después de que Arafat hubiera vuelto a Gaza - el (ex) jefe de la policía de la AP, Gen. Ghazi Jabali, le dijo al diario oficial palestino Al-Hayat Al-Jadida el 14 de agosto: "La Policía palestina va a liderar junto con los nobles hijos del pueblo palestino, cuando la hora de la confrontación llegue."
Freih Abu Middein, el Ministro de Justicia de la AP, dijo que podía ver la escritura en la pared. En una entrevista con el mismo diario publicada el 24 de agosto de 2000, advirtió: "La violencia está cerca y el pueblo palestino está dispuesto a sacrificar incluso 5000 personas." La declaración tuvo lugar luego de una serie de reuniones que Arafat había tenido con sus ministros del gabinete.
Otra publicación oficial de la AP, Al-Sabah ("La Mañana"), el 30 de agosto de 2000, hizo eco del tono de escalada cuando declaró unos pocos días después: "Avanzaremos y declararemos una intifada general por Jerusalem. El tiempo de la Intifada ha llegado, el tiempo de la jihad ha llegado."
La escalada retórica empezó incluso antes de que Arafat y su entorno hubieran dejado Camp David. Un funcionario de la AP que estaba con Arafat dijo que el jefe de la AP estaba furioso con Israel y los Estados Unidos porque lo habían acusado a él de ser responsable por la cumbre estropeada. Sentía que tanto el Primer Ministro Ehud Barak como el Presidente Bill Clinton estaban ahora intentando aislarlo declarando que el pueblo palestino merecía un liderazgo mejor.
A su regreso de Camp David, Arafat recibió una bienvenida de héroe de su gente porque estaba siendo retratado como el líder árabe y musulmán que había rechazado la cesión de sus derechos históricos, nacionales y religiosos. La opinión pública mostró un incremento dramático de su popularidad, e incluso sus rivales religiosos y seculares estaban ahora alabándolo por no ceder. Arafat le dijo a los que vinieron a verlo a Ramallah para desearle buena suerte que había rechazado transformarse en el [Presidente Egipcio Anwar] "Sadat N. 2," quien era denunciado por muchos árabes por firmar un tratado de paz separado con Israel.
"Bienvenido Arafat - el héroe de la guerra y el héroe de la paz," decía un cartel en las calles de Gaza mientras la caravana de automóviles de Arafat recorría el camino desde el aeropuerto hasta su oficina. Otro decía: "Jerusalén está en nuestros ojos, mañana estará en nuestras manos."
Más temprano ese día, cientos de palestinos marcharon en la ciudad demandando un regreso a la Intifada contra Israel. Mantenidos a flote por el fracaso de Camp David, Hamás y la Jihad Islámica emitieron sendos comunicados urgiendo a Arafat a abandonar las charlas de paz con Israel y volver a la lucha armada.
Los dos grupos radicales islámicos consideraban la ruptura de Camp David como otra evidencia de que Israel no era serio en llegar a una paz justa y comprehensiva con los palestinos. Sus voceros también le dijeron a Arafat que si la cumbre probaba algo, era el hecho de que los Estados Unidos permanecían completamente tendenciosos a favor de Israel.
Luego del fracaso de Camp David, Arafat visitó casi todos los estados árabes, excepto Siria e Irak, pidiendo a sus líderes que apoyen su postura. También visitó una cantidad de países europeos en un esfuerzo por explicar su posición.
"Jerusalem y sus lugares santos, especialmente la mezquita Al-Aksa, le pertenecen a mil millones de musulmanes y yo no tengo el derecho de renunciar a ellos en favor de nadie," se reporta que dijo a los reyes árabes y presidentes.
Los líderes árabes le aseguraron a Arafat que estaban con él, pero su tour a otras capitales del mundo luego de Camp David resaltaba el hecho que, por primera vez en años, las simpatías internacionales estaban ahora del lado de Israel. Para Arafat, esto señalaba el comienzo de su aislamiento en la arena internacional.
Por casi tres décadas el líder de la OLP se había acostumbrado a recibir recepciones de carpeta roja de parte de reyes y jefes de estado de todo el mundo. También se había acostumbrado a escuchar palabras amables sobre él y sobre la causa que representaba de parte de sus anfitriones. Ahora las cosas comenzaban a verse diferente para Arafat en Occidente.
El Vice-secretario de Estado de Estados Unidos, Edward Walker fue enviado a un tour regional de 14 estaciones en un intento de última hora para persuadir a los aliados árabes de retirar el apoyo a la postura de Arafat, pero para ese entonces ya era demasiado tarde.
Mientras la presión sobre él aumentaba, Arafat se hizo más desafiante cuando declaró que seguiría con sus planes para anunciar la creación del Estado de Palestina el 13 de septiembre de 2000. En una entrevista con un diario saudita el 1 de agosto, Arafat dijo: "No hay retirada de los plazos fijados para la declaración del estado. Será declarado en el tiempo convenido que es el 13 de septiembre, Dios mediante, sin importar quién esté de acuerdo o en desacuerdo."
Casi todos los estados árabes le dieron su bendición a Arafat por la idea del estado. El jefe de la AP también recibió un compromiso de reconocimiento diplomático del presidente sudafricano Thabo Mbeki, cuyo país tenía entonces un gran impacto en las decisiones de otros estados del Tercer Mundo. Arafat estaba tan confiado de que obtendría un amplio apoyo que le ordenó al Ministerio de Planeamiento y Cooperación Internacional de la AP comenzar a entrenar palestinos para trabajos diplomáticos fuera del país.
Pero el 10 de septiembre Arafat y el comité central de la OLP se vieron forzados a posponer, otra vez, la declaración planeada de estatidad. La decisión sólo incrementó el sentimiento de amargura entre los funcionarios top de la AP que acusaron a Estados Unidos de apoyar ciegamente a Israel y engañar al resto del mundo sobre las razones del fracaso de la cumbre de Camp David.
En conjunción con la ofensiva política, que comenzó casi inmediatamente luego de Camp David, la AP se estaba preparando también para una posible confrontación militar con Israel. Funcionarios de seguridad de la AP entrevistados en los medios locales hablaban abiertamente de una confrontación armada próxima. Algunos incluso advirtieron que las áreas de la AP se transformarían en un "cementerio" para el Ejército de Defensa de Israel si Israel decidía reocupar el Margen Occidental y Gaza. Las declaraciones vinieron en respuesta a dichos del ex Jefe del Ejército de Defensa de Israel Shaul Mofaz, quien advirtió que Israel utilizaría tanques y aviones si los palestinos decidían lanzar una ofensiva armada.
Según reportes de Gaza de mediados de agosto, algunas de las fuerzas paramilitares de la AP estaban manteniendo ejercicios de entrenamiento a nivel de batallón.
Además, muchos funcionarios importantes de seguridad de la AP habían sido enviados a atender cursos de entrenamiento militar en países como Egipto, Yemen, Argelia y Pakistán. En el terreno, los palestinos comenzaron a sentir la tensión cuando miembros de Fuerza 17, la Guardia Presidencial de Elite de Arafat, fueron vistos cavando trincheras y reforzando fuertemente sus posiciones con sacos de arena. En pocos días, la mayor parte de las estaciones de policía y bases de la AP se veían como fortalezas militares.
Mientras se sostenía la cumbre de Camp David, la organización de Fatah de Arafat, la mayor facción dentro de la OLP, comenzó a entrenar a adolescentes palestinos para la violencia próxima en 40 campos de entrenamiento a lo largo del Margen Occidental y la Franja de Gaza.
Algunos funcionarios de la AP y comentaristas de periódicos también comenzaron a llamar a la adopción de la estrategia de Hezbollah, que, ellos creían, había llevado a la retirada del Tzahal del sur del Líbano unos pocos meses antes. Los líderes de Hezbollah, incluyendo al secretario general Hassan Nasrallah, aparecieron en las redes de televisión satelitales árabes para burlarse de Arafat y sus negociadores, arguyendo que Palestina sólo podría ser liberada a través del uso de la fuerza, y no en cumbres como la que había tenido lugar en Camp David.